EL ESPEJO / AUTORRETRATO
ENTREGA FINAL
"Una imagen vale más que mil palabras"
Me dicen que me muestre en una foto, un autorretrato.
Quien soy en una foto. Una buena
luz, un fondo liso, alguna ropa que no llame la atención y mi cara... ¿mi cara?
Si, mi rostro, que él hable por mí.
¿Pero cómo sería capaz de lograr
eso mi rostro? ¿Cómo sería capaz mi mirada de definirme? ¿Cómo un poco de piel
podría saber cómo pronunciar mi nombre? Lo que soy. Si simplemente soy, y por
más simple que sea se dificulta cada vez más definirme. Una definición soy,
unos labios rosados, unas mejillas redondas y unos ojos serios soy. ¿O no soy? ¿Acaso
no soy mis sueños, mis traumas, mis “no”, mis “si”, mis “tal vez”, mis “perdón
no lo voy a volver a hacer”? ¿Acaso no soy todo lo que los demás dicen? ¿O soy
todo lo que no dicen...?
¿Entonces dígame... cómo pueden
mis poros explicar algo así? Que a veces sí que a veces no, que siempre si o
que siempre no. Es que la respuesta es tan fácil como compleja.
Osado es mi rostro que se cree
capaz de pronunciar todo lo que soy.
Pues es que no soy lo que mi
rostro sí.
Soy algo incompleto, evolucionando
de manera tan lenta y veloz como la acuarela. ¿Acuarela? Si, acuarela, ¿alguna
vez trataste de trabajar con ella? Es molestamente hermosa, va a donde quiere,
pero luego se arrepiente, deja su rastro y vuelve al pincel suplicando un nuevo
camino, o se mueve con cuidado y con ayuda marcando la hoja de papel. Una hoja
de papel que puede ser todo o nada, guarda secretos de lo que será, pero nadie
más podría adivinar qué pasará con esa hoja, lisa y vacía... ¿o completa?
Depende de quién lo viera.
Así que me presento y soy esto.
Una hoja manchada de acuarela, y ante ustedes, mi autorretrato más exacto.
Comentarios
Publicar un comentario